Cuando analizaba los datos de unos 200 millones de personas y proporcionaba repetidamente información a los clientes para mejorarlos, se me ocurrió la idea de que si los seres humanos pudiéramos aprender todo tipo de datos a través de los ordenadores, no sólo podríamos proporcionar información al mundo real, sino también seríamos capaces de crear el propio mundo.

Luego, mientras pensaba en lo que se necesitaría para crear el mundo, experimenté repetidamente con el desarrollo de empresas, organizaciones y productos. Dejaré este texto como recordatorio para poner las cosas en claro en mi mente.

El término "construcción del mundo" tiene dos significados principales.

Uno es el mundo como "ecosistema" en la mente humana, como una nación, sociedad o comunidad.

La otra es el mundo como "espacio" que podemos ver, tocar y sentir con nuestros cinco sentidos. Tanto el mundo como "ecosistema" como el mundo como "espacio" se combinan para crear este mundo real en el que vivimos.

En este artículo, organizo principalmente cómo hacer el mundo como "ecosistema". Por último, tocaré un poco el tema de cómo hacer el mundo como "espacio".

El mundo es una superposición de ecosistemas complejos

Vivimos rodeados de varios ecosistemas, grandes y pequeños, y reconocemos cada uno de ellos como un único mundo.
Por ejemplo, el mundo más grande que conocemos es el universo, y las sociedades y naciones en las que vivimos son mundos para las personas que viven en ellas, y las empresas y escuelas también son mundos para las personas que viven en ellas.
Hay un mundo visible como el "mundo natural", y también hay un mundo que existe sólo en el espacio virtual como el SNS.
Estos mundos como ecosistemas son muy complejos, pero son orgánicos como los seres vivos, y están tan descentralizados que pueden existir sin un gestor.

¿Es posible diseñar conscientemente una estructura tan compleja como un ecosistema, o es sólo producto del azar? Esto siempre ha sido un interés personal para mí.

Le pregunté a uno de mis directivos si era posible crear intencionadamente este tipo de ecosistema. Le pregunté si era posible crear intencionadamente un ecosistema así, y me dijo: "Ese tipo de cosas son fruto de la casualidad, y no se pueden crear intencionadamente.

Sin embargo, lo que siempre se me ha quedado grabado es que si estos ecosistemas son producto del azar, entonces las actividades diarias de la gente son como apostar tirando continuamente los dados, y se siente vacío.

Hace mucho tiempo, se pensaba que las catástrofes y las hambrunas eran obra de los dioses, pero con el avance de la ciencia y el esfuerzo de las personas, se han vuelto comprensibles y se pueden predecir y contrarrestar.

Del mismo modo, si podemos diseñar conscientemente estos ecosistemas, las personas que quieran hacer un mundo mejor harán esfuerzos en la dirección correcta, y creo que eso aumentará la posibilidad de que sean recompensados.

Todavía estamos en medio del proceso, pero intentaré organizar las ideas que hemos obtenido con nuestros experimentos hasta ahora.

Cambiar el mundo = crear un nuevo ecosistema.

Cambiar el mundo, cambiar la sociedad. A menudo oímos frases como ésta. Si tuviera el poder de hacerlo, creo que mucha gente diría que querría cambiar el mundo.
El mundo tiene aquí exactamente el mismo significado que "el mundo como ecosistema", y "cambiar el mundo" significa cambiar la estructura del ecosistema en el que vivimos.
Es un sentimiento normal pensar que el mundo en el que vivimos tiene muchos problemas y queremos mejorarlo y hacerlo mejor, pero es un obstáculo muy alto para intentar hacerlo.

Llevar a cabo un golpe de estado como las fuerzas armadas para hacerse con el liderazgo del mundo crearía mucha miseria y es poco realista en los tiempos modernos.
Aunque haya una guerra de facciones políticas y se compita por mayoría, la mitad de la gente que no está de acuerdo con uno quedará en una situación pegajosa, y se seguirá perdiendo tiempo y esfuerzo en discusiones y peleas. Si alguna vez has visto una pelea entre facciones políticas o corporativas, probablemente estarás de acuerdo.

Entonces, ¿cuál es la forma más eficaz de cambiar el mundo hoy en día?
El atajo para cambiar el mundo es plantear una hipótesis para un nuevo ecosistema y demostrar que realmente funciona.
Si es más eficiente que el mundo actual y beneficia a más personas, es difícil negarlo, y mucha gente querrá formar parte de ese ecosistema.
En el pasado, el mundo estaba ligado a la tierra física, y la gente tenía que competir por la única tierra. Sin embargo, hoy en día el mundo es sobre todo un concepto social que no está relacionado con la tierra física. Las empresas, organizaciones, comunidades y grupos sólo existen en la percepción de las personas y están desconectadas del espacio físico.

Si es así, quien quiera cambiar el mundo actual sólo tiene que idear un nuevo modelo ecológico que supere los problemas del mundo actual y hacerlo funcionar en la práctica. Es más eficaz reclutar participantes del mundo existente estableciendo realmente el nuevo ecosistema que gastar tiempo y esfuerzo en luchar por la iniciativa.

Sin embargo, para ello es muy importante contar con los conocimientos necesarios para establecer un nuevo ecosistema. Nadie le tomará en serio si se limita a gritar su punto de vista en voz alta. Si quieres hacer de este mundo un lugar mejor, si quieres cambiar el mundo, tienes que aprender a crear un ecosistema.
Si puedes entender los patrones universales que funcionan independientemente de si hay 10, miles o decenas de millones de personas participando en ese mundo, entonces puedes aplicarlos a todos los aspectos de la sociedad.
Si diriges una empresa, puedes aplicarlo al desarrollo de productos, si eres un líder, puedes aplicarlo al mantenimiento de tu organización, si diriges una comunidad, puedes aplicarlo a la revitalización de la misma. Creo que es más fácil de entender si se piensa en términos de los distintos mundos (organizaciones, comunidades, entornos, industrias, servicios) en los que se participa.

Características de un ecosistema que funciona bien

Hay aproximadamente tres características de un ecosistema bien gestionado que existe en el mundo.

Autónomo.
Los ecosistemas que funcionan bien son autónomos. Sin instrucciones ni órdenes, los participantes individuales pueden pensar y actuar por su cuenta, y repetir las mejoras.
Es como si el propio grupo tuviera voluntad propia, en lugar de estar dirigido por fuerzas externas.
Para que esto ocurra, los participantes en el ecosistema deben entender las reglas del mismo y saber lo que deben hacer.

Sé orgánico.
A continuación, el ecosistema debe ser orgánico, y cada participante debe colaborar para que todo el ecosistema funcione.
Por ejemplo, la vida está formada por un número increíble de células que interactúan entre sí, lo que hace posible que se muevan como un solo organismo. Del mismo modo, los ecosistemas se forman como un todo por la interacción de cada participante.
Cada participante se comunica constantemente con los demás, e incluso cuando entran o salen nuevas personas, el ecosistema sigue moviéndose sin perder su identidad.

Descentralizado
La última palabra es un poco difícil de entender, pero es estar descentralizado. Lo contrario de descentralizado es centralizado, pero esto es más fácil de entender. Si no hay una torre de mando en el centro del ecosistema para dar instrucciones en todo momento, no parece posible. Por otro lado, descentralizado significa que todo el sistema sigue moviéndose sin parar aunque no exista ese puesto de mando.

Existe "el mundo natural" en el ecosistema que podemos observar directamente y se establece con mayor éxito. El mundo natural es autónomo, orgánico y descentralizado. No hay una torre de mando y los participantes, plantas y animales, tienen sus propias funciones. Siempre hay organismos que nacen y organismos que mueren, y los participantes son reemplazados constantemente, pero todo el mundo natural sigue moviéndose sin cambios.

La sociedad humana es como una copia degradada del mundo natural, pero a lo largo del tiempo hemos ido haciendo su estructura más compleja y sofisticada a través de repetidos ensayos y errores. Sin embargo, aún no hemos alcanzado el mismo nivel de complejidad y flexibilidad que la naturaleza.
A la hora de crear un ecosistema con tus propias manos, lo mejor es crearlo teniendo en cuenta el mundo natural como objetivo.

El poder instantáneo del carisma, el poder inercial de los ecosistemas

La forma más rápida de formar una población que atraiga a un gran número de participantes es tener una persona carismática que atraiga a la gente.
Una persona carismática con una visión fuerte, buena apariencia y talento atraerá a la gente a su alrededor, y parece un atajo construir un grupo alrededor de esa persona carismática. Sin embargo, se trata de una especie de dopaje. Un grupo que se apoya en una figura carismática puede ascender rápidamente, pero tiene la debilidad de que su estructura es muy frágil.

Esto se debe a que la presencia del carisma es prácticamente la mayor criptonita del grupo, y golpear este punto puede hacer que el grupo se detenga (punto único de fracaso). En el momento en que el carismático tiene un escándalo, se derrumba, pierde la motivación, se marchita el talento o pierde el atractivo, el grupo se ve obligado a dejar de existir.

Por lo tanto, los grupos que se apoyan en la fuerza centrípeta de una figura carismática tienden a ser efímeros, y como los participantes dependen de la presencia de la figura carismática, es difícil que adquieran la autonomía para pensar y actuar por su cuenta para mejorar el conjunto.

Además, es rápido y fácil formar un pequeño grupo inicial, pero es difícil cuando se quiere ampliar la población rápidamente. Esto se debe a que es difícil atraer a personas con valores diferentes con las que normalmente no entrarías en contacto, incluso si puedes atraer a personas de tu entorno con atributos similares. Por lo tanto, la escala del grupo está destinada a no ser mayor que la fascinación del carisma.

Por otro lado, un grupo que se establece como un "ecosistema" autónomo, orgánico y descentralizado, como se ha mencionado anteriormente, es exactamente lo contrario de un grupo dirigido por una figura carismática.
Funciona como un mecanismo, y cada participante tiene su propio papel, de modo que pensar y actuar en beneficio propio conduce a la prosperidad del conjunto.
Aunque no haya una persona carismática, los participantes interactúan entre sí como una red, por lo que aunque alguien desaparezca, el grupo no desaparece de golpe. En conjunto, el "poder de la inercia" funciona con fuerza, por lo que el grupo sigue girando sin depender de nadie en particular.
Por otro lado, como demérito, es necesario satisfacer todos los elementos complicados antes de que el ecosistema gire bien, y requiere mucho tiempo.

Por esta razón, la mejor estrategia en la era moderna es la estrategia "buena", en la que se forma una población de una vez por la fuerza centrípeta del carisma, y luego se cambia gradualmente a un grupo que puede establecerse como un ecosistema.
Las grandes empresas que han durado 100 años también son el resultado de haber sido fundadas por una persona carismática y luego "estructuradas" para que puedan seguir creciendo incluso en su ausencia.

Sin embargo, el carisma no siempre es esencial en las primeras etapas de un ecosistema que funcione bien, y la mayoría de las veces, la existencia del carisma inhibe la evolución hacia un ecosistema.
Por lo tanto, las personas que quieren crear un nuevo mundo no tienen que ser necesariamente carismáticas, y es más fácil promover la evolución hacia un ecosistema desde el principio si no lo son.

El papel de los ecosistemas y los tipos de valor

A continuación, resumiré el papel de los ecosistemas como lugar y los tipos de valor que se intercambian en ellos.
Los ecosistemas pueden describirse simplemente como "entornos en los que se intercambian cosas valiosas".
El valor aquí puede ser una cosa física como un producto, o una cosa intangible como la información o las imágenes. Cualquier ecosistema puede existir mientras sea percibido como valioso por los participantes.
Por ejemplo, en el mundo natural, las plantas y los animales intercambian "energía" para vivir; en la economía de consumo, intercambian "productos y servicios"; en la economía financiera, intercambian "activos financieros" como acciones y bienes inmuebles; y en los servicios de redes sociales, intercambian "información" para construir un ecosistema.

Los valores que se intercambian en el ecosistema de la "sociedad" creada por el ser humano pueden clasificarse a grandes rasgos en tres tipos. Son el valor práctico, el valor emocional y el valor social.

(1) Valor práctico
El valor práctico es el más fácil de entender y consiste en bienes, servicios e información que son útiles para los participantes en la vida real. Es el valor que tiene beneficios económicos reales, como los bienes que se intercambian en el mercado, los servicios que se prestan en restaurantes y hoteles, y las acciones y bienes inmuebles que se intercambian en el mercado financiero. Todo lo que es útil o rentable pertenece a esta categoría.

(2) Valor emocional
El valor emocional se refiere a recompensas y valores que tienen un impacto positivo en las emociones de las personas, aunque no sean directamente útiles ni rentables.
Es muy fácil de entender cuando se piensa en lo que trata la industria del entretenimiento.
Por ejemplo, ver o escuchar música o espectáculos en directo no te beneficia directamente, pero quieres pagar por ello porque te satisface emocionalmente.
También hay casos en los que la gente va a los bares y restaurantes porque quiere conocer a las personas que están allí, y también se puede decir que esto ocurre porque la gente considera ciertas emociones como recompensas, independientemente de su sentido práctico.

(3) Valor social
El último es el valor social. Esto se refiere al hecho de que algo que es beneficioso para todo el grupo en el que se participa también se percibe como valioso para el participante individual.
Por ejemplo, aunque el voluntariado y las donaciones no te beneficien directamente, si son beneficiosas para el orden y la prosperidad de la sociedad en su conjunto, estarás dispuesto a pagarlas con tu tiempo, esfuerzo y compensación.

Sin embargo, la magnitud de los tres valores mencionados no es la misma. (1) Valor práctico > (2) Valor emocional > (3) Valor social, por este orden.
Como sentido de la piel, las personas deben sentir el mayor valor en lo que les es útil. El valor emocional es difícil de pagar a menos que tengas comida, ropa, refugio y una vida decente. El voluntariado y las donaciones también son difíciles de interesar a la gente, a no ser que se lo puedan permitir.
Sin embargo, a medida que el mundo se hace más rico, esta distribución tiende a deslizarse hacia la derecha. El reciente auge del crowdfunding y de la inversión de impacto puede considerarse una señal de que el valor de querer mejorar la sociedad en su conjunto es cada vez más fuerte que la lógica económica de ser útil o rentable.
Teniendo en cuenta el aumento de los ODS y las cuestiones medioambientales, se puede predecir que el valor social será cada vez más importante en el futuro.

Productores y consumidores

Hay aproximadamente dos tipos de participantes en el ecosistema que intercambian este valor.
Uno es el "productor de valor (proveedor)" que crea y suministra el valor mencionado anteriormente, y el otro es el "consumidor de valor" que compra, ve, oye y evalúa el valor.
Las palabras "productor" y "consumidor" aquí sólo significan "el que hace valor (productor)" y "el que siente valor (consumidor)", y se utilizan en un sentido más amplio que palabras como "el que cultiva verduras" o "el que compra productos".

Por ejemplo, en el mundo natural en el que se intercambia energía, como se ha mencionado anteriormente, los "productores" son las plantas que realizan la fotosíntesis, y los animales que viven consumiéndolas son los "consumidores".
En un ejemplo más cercano, los usuarios que retransmiten en directo en las SNS, hacen fotos bonitas o tuitean cosas interesantes son "productores" que proporcionan información valiosa, y los usuarios que las ven, escuchan o comentan son "consumidores" que consumen la información. Incluso en un salón o un círculo, las personas que idean un plan son "productores", y las que lo disfrutan son "consumidores". Si los dividimos a grandes rasgos, se dividen en dos papeles: uno es el que aporta valor y el otro es el que lo consume.

En la mayoría de los casos, el número de productores es pequeño en comparación con el número de consumidores.

Las dos caras de los participantes

El ecosistema se fortalece cuando los participantes tienen una dualidad que les permite ser productores o consumidores, según la situación.
Por ejemplo, en la economía del mundo real, somos tanto productores que trabajamos para empresas que fabrican productos y prestan servicios, como consumidores que compramos productos y recibimos servicios cuando nuestro trabajo está terminado.

En muchos casos, las personas que venden cosas en las aplicaciones de los mercadillos son también compradores, y las personas que envían información en las redes sociales son tanto productores como consumidores que ven y escuchan lo que otros envían.

Cuando se crea esta dualidad, un participante puede desempeñar múltiples papeles, y el intercambio de valores se vuelve activo, y el ecosistema se fortalece.

El punto de partida del ecosistema es el lado "productor"

Aunque hay excepciones, el punto de partida de la mayoría de los ecosistemas es la existencia de "productores". El primer obstáculo que hay que superar es si los productores que crean este valor participarán o no en el ecosistema, porque un ecosistema no puede existir si no se intercambia valor en él.

Incluso en la naturaleza, surgieron las plantas que producen energía mediante la fotosíntesis (productoras) y, mucho más tarde, los animales que consumen energía (consumidores).

Por ejemplo, nadie quiere unirse a una red social en la que nadie tuitea, y nadie va de compras a un centro comercial en el que no hay empresas que abran tiendas.

Es habitual que en los ecosistemas participen en primer lugar los productores que crean valor, y luego los consumidores se ven atraídos por el valor que crean, y el orden en que se reúnen y crecen.

¿Primero el pollo? ¿Primero el huevo? La pregunta

Aunque sabemos que debemos conseguir primero a los productores, en realidad la historia no es tan sencilla. Esto se debe a que los productores que crean valor no participarán a menos que haya consumidores que lo consuman.
Por ejemplo, si se crea un nuevo servicio y se pide a un influencer famoso que participe en él, el influencer al que se le pide no tendrá el beneficio de participar en un servicio que verá poca gente. A menos que les pagues bien, los influencers no van a participar como productores y publicar información valiosa.

La pregunta es "¿primero el pollo? ¿O el huevo primero? Los consumidores no participarán si no hay un productor que pueda aportar valor, pero los productores no participarán si no hay un consumidor.

Y debido a la dificultad para resolver este problema, es difícil crear ecosistemas, y también se considera una "coincidencia".
Sin embargo, aunque no hay una solución perfecta, existen algunos avances a partir de muchos ejemplos del pasado. Intentaré plantear unos cuatro métodos típicos.

(1) Conviértete en productor y atrae a los consumidores
El enfoque más sencillo es que la persona que quiere crear un ecosistema se convierta ella misma en productora, aporte valor y atraiga a los consumidores, y luego abra el entorno a otros productores.
Un ejemplo típico es Amazon, que usted utiliza mucho. Amazon alquila almacenes como vendedor de productos y sigue vendiendo productos a los consumidores, creando una enorme base de clientes, y luego permite a otros minoristas abrir tiendas en Amazon y vender sus productos libremente.
Nintendo, una empresa japonesa, es un caso similar. Nintendo creó sus propias consolas de juegos, como la NES, desarrolló su propio software, como Mario, y lo puso a disposición de los consumidores, y luego utilizó esa base de clientes como gancho para reclutar a empresas de juegos externas (productores) para que desarrollaran software para ellos, creando un enorme ecosistema de juegos.

Las ventajas de este método son que (1) es rápido de poner en marcha y (2) dado que usted mismo aporta valor como productor, conoce a fondo la demanda de los consumidores y puede compartir ese conocimiento con otros productores.
La desventaja es que no todos pueden continuar con su negocio mientras soportan enormes pérdidas como Amazon, y no todos pueden crear juegos de éxito como Nintendo. Hay un obstáculo en el que tienes que cuestionar tu propia capacidad como productor.

(2) Encontrar una entidad que pueda ser a la vez productora y consumidora
Una de las principales razones por las que el obstáculo para establecer un ecosistema es tan alto es que hay que incorporar dos entidades con atributos diferentes, productores y consumidores, al mismo tiempo.
Si este es el caso, hay una forma de incorporar participantes que puedan desempeñar ambos papeles al mismo tiempo, es decir, que sean productores y consumidores. Se trata de una práctica habitual en los servicios de Internet en los que la interactividad es importante, y es una técnica infalible en las redes sociales y la creación de mercados.
En muchas redes sociales, los carteles son también espectadores, y en las aplicaciones de los mercadillos, los vendedores se convierten a veces en compradores.
Cuando se incluye a los participantes iniciales, que son tanto productores como consumidores de valor, se puede establecer un ecosistema activo incluso con muy pocos participantes. Una vez establecido, aunque sólo participen los productores o sólo los consumidores, será posible satisfacer las demandas de ambos.

El punto débil es que esto no siempre es posible dependiendo del género. Por ejemplo, cuando se requiere un alto nivel de experiencia o cualificación por parte del productor.
Por ejemplo, si se quiere crear un servicio que ponga en contacto a médicos y usuarios, es absolutamente imposible que un usuario que es consumidor desempeñe el papel de un médico que es productor. Se vuelve difícil cuando los atributos del consumidor y del productor son demasiado diferentes.

(3) Proporcionar información y herramientas que sean atractivas para los productores en primer lugar.
Se trata, en cierto sentido, del enfoque exactamente opuesto a (1). Es un método para atraer a los productores de una vez mediante la distribución de información y herramientas gratuitas que los productores que crean valor quieren primero.
En muchos casos, regalamos cosas que son demasiado problemáticas para que los productores las hagan por sí mismos, herramientas que desearían tener, e información que creen que quieren.
El ejemplo más famoso es Instagram. Ahora es la mayor red social del mundo, pero para los que la usan desde el principio, Instagram no era más que una app de procesamiento de fotos que permitía aplicar filtros a las mismas. Las personas que querían embellecer sus fotos (productores) empezaron a utilizarlo, y se convirtió en un servicio de red social al permitir a otras personas (consumidores) ver las fotos que procesaban. Durante mucho tiempo, era posible procesar las fotos con programas de pago como Photoshop, pero Instagram empezó proporcionando herramientas gratuitas a las personas que querían hacerlo fácilmente desde sus smartphones.

(4) "Montar gratis" en otros ecosistemas
Es un poco complicado, pero también hay una forma de crecer montándose en los enormes ecosistemas que ya existen.
En realidad, otros ecosistemas disfrutan de los beneficios de otros ecosistemas en mayor o menor medida, pero este es un método de ir deliberadamente a por ellos.
El éxito inicial de Airbnb se atribuyó al hackeo de Craigslist y al descubrimiento de un atajo para llegar automáticamente a las personas que querían alquilar sus casas.
Google también puso en marcha su propio rastreador en la World Wide Web para recopilar información y mostrarla en los resultados de las búsquedas, pero en aquel momento era una zona gris en términos de derechos de autor, por lo que en los primeros días se enfrentó a muchas demandas. En los primeros tiempos, hubo muchos pleitos porque era un área gris. En Japón, que era muy sensible a los derechos de autor, había una fuerte percepción de que era un área gris, y las empresas no podían invertir seriamente en este campo.
El punto débil de este método es que depende de otros ecosistemas, por lo que si se prohíbe, es el fin. También es un método tosco, por lo que sólo puede utilizarse en situaciones limitadas.

El trabajo del diseñador del ecosistema

Incluso si los productores y los consumidores se unieran con éxito, esto no sería suficiente para crear un ecosistema. Es necesario que estos dos participantes intercambien valor espontáneamente, y sin algunos mecanismos para hacerlo, el ecosistema desaparecerá espontáneamente. Las personas que diseñan los ecosistemas tienen que proporcionar las siguientes funciones para un intercambio de valor sin problemas.

(1) Apoyo al emparejamiento
Por supuesto, necesitamos un sistema que fomente la concordancia para que los productores puedan suministrar valor y éste llegue a los consumidores de forma correcta y adecuada.
Además, a medida que aumenten los tipos de valor proporcionados, el ecosistema necesitará un mecanismo que facilite a los consumidores la búsqueda de productos según sus preferencias (mejorando la capacidad de búsqueda) y la recomendación de productores y valores que coincidan con sus preferencias (aplicando recomendaciones).
Por ejemplo, Amazon recomienda constantemente los productos que los consumidores pueden querer a continuación en función de su comportamiento de compra, lo que elimina la necesidad de que los consumidores busquen los productos y aumenta la frecuencia de los intercambios de valor.

(2) Visualización de la confianza
Esto es cierto para todos los ecosistemas, pero los ecosistemas necesitan absolutamente un mecanismo para hacer visible la confianza de los participantes. Como siempre hay nuevos participantes en el ecosistema, si no sabes si la persona con la que te relacionas es realmente digna de confianza, tendrás demasiado miedo para moverte. También es habitual que los participantes sean estafadores o tengan intenciones maliciosas.
Por lo tanto, es necesario introducir un mecanismo para que los participantes evalúen el comportamiento de los demás en el ecosistema. A continuación, hay que establecer un índice para visualizar la confianza y crear un sistema que permita a cada uno considerar si interactúa o no mientras mira ese índice (introducción de un sistema de evaluación).
Cuando compramos algo en Internet, tomamos una decisión mirando la reputación del vendedor y el boca a boca sobre el producto, y también consideramos la credibilidad de un post en un servicio de red social mirando el número de seguidores que tiene el cartel. Incluso en el mundo real, tomamos varias decisiones confiando en indicadores visuales como el número de estrellas Michelin de un restaurante o el número de estrellas de un hotel.

A medida que se acumula esta información sobre la confianza, resulta más fácil para los nuevos participantes realizar diversos juicios, y el coste de la toma de decisiones disminuye rápidamente, y el intercambio de valor en el ecosistema se vuelve más activo.
Además, dado que resulta difícil operar en el ecosistema cuando se da una mala evaluación, también conduce al mantenimiento del orden, que sirve como elemento disuasorio de los comportamientos maliciosos.

(3) Sanciones para los infractores
Cómo tratar a los participantes que no cumplen sus promesas o actúan de forma que perjudican a otros participantes es otra de las tareas que deben considerar los constructores de ecosistemas.
Se dice que "lo malo expulsa lo bueno" y es cierto.
Seguro que muchos de vosotros lo habéis experimentado, pero no queréis ir a un restaurante inseguro en el que la comida sea buena pero la gente sea bulliciosa. En una organización, si no se culpa a los miembros que causan problemas a los demás, los miembros con gran capacidad abandonarán rápidamente.
En el caso de la creación de un ecosistema, deben establecerse reglas claras que todos los participantes deben seguir para que puedan confiar en los demás e interactuar entre ellos.
En una nación, hay leyes, en una escuela, hay reglas escolares, y en una comunidad, siempre hay reglas, y debe ser bien sabido que hay sanciones para los participantes que no siguen las reglas, y que si no siguen las reglas, se les pedirá que abandonen el ecosistema.

(4) Proporcionar conocimientos y herramientas para que las personas puedan ayudarse a sí mismas.
Uno de los puntos fuertes de los ecosistemas es que todo el ecosistema se ve impulsado por los esfuerzos voluntarios de los participantes, pero también es importante proporcionar un entorno que facilite a los productores codiciosos y ambiciosos conseguir aún más.
Tenemos un abanico muy variado de participantes motivados que se incorporan al ecosistema, algunos contentos de quedarse donde están, otros que quieren desarrollar sus capacidades y aprovechar más oportunidades. Para los productores ambiciosos y con aspiraciones, apoyamos sus actividades logísticamente creando programas que les aportan conocimientos y know-how, o proporcionándoles herramientas gratuitamente.
El ejemplo más evidente es el sistema educativo del Estado moderno. El Estado proporciona educación obligatoria a sus ciudadanos y les anima a aumentar sus capacidades creando universidades para cada campo especializado. Las empresas también ofrecen programas especiales de formación para los jóvenes empleados que se convertirán en futuros candidatos a ejecutivos, o los envían a estudiar un MBA en el extranjero a expensas de la empresa.

Los ecosistemas se ven como una única forma de vida.

Cuando los productores y los consumidores se reúnen, la confianza se visualiza, el valor se intercambia sin problemas, los participantes actúan espontáneamente y todo el ecosistema prospera, también es importante observar adecuadamente si siguen girando bien. Si has leído hasta aquí, probablemente te habrás hecho a la idea de que un ecosistema es un organismo vivo, y es una buena analogía.

Hay una diferencia abrumadora de estructura entre los objetos inanimados, como el polvo y las piedras, y los organismos complejos, como las plantas y los animales. También hay una diferencia similar entre un grupo de individuos y un ecosistema que ha empezado a funcionar bien. Se dice que la vida tiene las siguientes características.

(1) Estructura metabólica
Un mecanismo para captar energía y hacerla circular. En los ecosistemas, se refiere a una estructura que intercambia y hace circular valores.

(2) Interactividad
Una red orgánica en la que las células interactúan entre sí. En los ecosistemas, se refiere al intercambio mutuo de valores y a la comunicación entre los participantes.

(3) Homeostasis
Un atributo que mantiene la identidad a través del metabolismo repetido y la sustitución de células. Se refiere a la forma en que un ecosistema sigue funcionando incluso cuando se incorporan nuevas personas o los participantes existentes se marchan.

(4) Autoorganización
Un fenómeno en el que el orden se forma por sí mismo a medida que aumenta la cantidad de información. Se trata de un fenómeno en el que los roles se asignan de forma natural y las reglas se forman a medida que aumenta el número de participantes en un ecosistema.

(5) Fractal holónico
Una repetición en la que las partes forman partes más grandes, como una muñeca matrioska. Hay divisiones, y las divisiones se unen para formar departamentos, y los departamentos se unen para formar una empresa, y así sucesivamente.

(6) Crecimiento y evolución
Puede crecer repetidamente a través del metabolismo y el cambio mientras se aplica al entorno. Se refiere a la forma en que un ecosistema madura a medida que el valor se intercambia repetidamente y cambia para adaptarse al entorno externo.

Una estructura semejante a la vida con estas características se denomina estructura disipativa, pero un ecosistema creado por un gran número de participantes también tiene las mismas características, y considerarlo como una estructura semejante a la vida es una pista de observación.
Crear un ecosistema es similar al acto de criar a un niño y dejar que se mantenga por sí mismo. Es importante vigilar el crecimiento del ecosistema y hacer ajustes periódicamente si es necesario.

¿Cómo puedo fortalecer mi ecosistema?

Para fortalecer el ecosistema, hay que reforzar o complementar los siguientes puntos.

Superposición de valores
Hemos clasificado los valores en tres categorías: valores prácticos, valores emocionales y valores sociales, pero en realidad, para algunos participantes esto es ambiguo y pueden combinar dos o tres valores.
Naturalmente, los ecosistemas que permiten el intercambio de diversos valores son más fuertes y sólidos. Además, dependiendo de la madurez del ecosistema, el valor que se maneja puede cambiar.
Por ejemplo, el trabajo que hacías porque era rentable puede cambiar por el que haces porque te hace feliz que alguien te dé las gracias, o porque disfrutas interactuando con las personas que conoces allí.

Promover la comunicación
Cuanto más activa sea la comunicación entre los participantes, más fuerte será el ecosistema y más sostenible será.
Si los participantes son capaces de ayudarse mutuamente cuando tienen problemas y de hacerse preguntas cuando no entienden algo, serán capaces de resolver los problemas por sí mismos.
Los diseñadores de ecosistemas pueden promover la maduración de los mismos creando oportunidades para que los participantes se comuniquen entre sí e ideando formas de aumentar la frecuencia de esa comunicación.
Por ejemplo, en una empresa de cierto tamaño, siempre hay un acontecimiento, como una reunión general de empleados o una presentación, y en los antiguos pueblos y aldeas, siempre había un lugar donde todos se reunían para una fiesta o una ceremonia.

La existencia de la jerarquía
Jerarquía significa "jerarquía" u "orden jerárquico" y es una palabra que generalmente tiene una imagen negativa, pero su existencia facilita que los participantes se comuniquen entre sí y establezcan relaciones.
En cada mundo, siempre hay un índice que visualiza la jerarquía, y la relación entre los participantes se construye a su alrededor como una pirámide.
Por ejemplo, si observamos con atención el mundo real y las redes sociales, veremos que las relaciones se construyen en torno a las puntuaciones de desviación de los estudiantes que realizan exámenes de acceso, la cantidad de activos bajo gestión de los inversores, el tamaño de la empresa de los directivos, el número de suscriptores de los YouTubers, etc. En cada industria, se crean jerarquías en torno a indicadores específicos, y las relaciones nacen utilizando las jerarquías como punto de partida.
En otras palabras, los seres humanos son criaturas que crean jerarquías de forma natural, porque sin ellas, el coste de estimar la posición propia y la de los demás, y de establecer relaciones, sería anormalmente alto.
En un ecosistema con un gran número de participantes diversos, no hay tiempo ni esfuerzo para pensar con quién hablar y qué decir a cada uno, por lo que la construcción de una jerarquía juega un papel importante como punto de partida para fomentar la interacción.

Asegurar la liquidez (evitar la fijación)
Es importante asegurar la "liquidez" para que los valores puedan intercambiarse con frecuencia, la comunicación pueda ser activa y las evaluaciones puedan actualizarse en un corto periodo de tiempo en un ecosistema. Cuanto mayor es la fluidez, más activo es el ecosistema; cuanto menor es la fluidez, más se estanca el ecosistema.
Por ejemplo, si la posición de la persona que tiene la ventaja es fija, no hay beneficio para los nuevos participantes. Cuando esto ocurra, los antiguos participantes se sentarán en los laureles y no harán ningún esfuerzo, y no vendrán nuevos participantes, por lo que todo el ecosistema se volverá cada vez más obsoleto.
Es necesario que los diseñadores observen si toda la liquidez del ecosistema se mantiene correctamente, y que analicen y traten los factores que dificultan la liquidez.

Garantizar la incertidumbre
La última es la incertidumbre. Se trata de una característica instintiva de los seres vivos, que se vuelven más concentrados y activos cuando se encuentran en un entorno incierto.
Cuando los humanos estábamos en la naturaleza, estábamos constantemente expuestos a catástrofes naturales y a la amenaza de ser atacados por otros animales, por lo que siempre intentábamos desesperadamente adaptarnos al entorno y aumentar nuestras posibilidades de supervivencia. Del mismo modo, es más probable que se activen cuando el entorno externo o interno del ecosistema está experimentando un cambio rápido.
Por el contrario, los organismos que se encuentran en un entorno en el que no hay cambios dejarán de evolucionar y el ecosistema irá decayendo. En un ecosistema, es bueno que esté diseñado para que las cosas inciertas sucedan a un cierto ritmo para los participantes, como eventos que se producen con frecuencia, oportunidades de entrar en contacto con información que normalmente no verían, y contacto con participantes que están lejos de ellos.

El mecanismo para atraer a los participantes individuales

Hasta ahora hemos hablado principalmente del diseño del ecosistema en su conjunto, pero también existen técnicas sencillas para atraer a participantes individuales al ecosistema. Se trata de un pequeño truco arraigado en los instintos y los mecanismos cerebrales de los organismos vivos, que se entreteje en diversas situaciones del mundo. Sin embargo, son literalmente sólo técnicas, y no pueden ser el corazón del ecosistema, por lo que es mejor que se entiendan como una especie de especia espolvoreada al final.

(1) Comentarios aleatorios
Una de las razones por las que los humanos encuentran interesantes los juegos es que las personas tienen tendencia a sentirse recompensadas por su cerebro cuando la retroalimentación (respuesta) a sus acciones es desigual. Se trata de un rasgo que queda de los días en que los humanos vivían en una naturaleza incierta, y nuestros cerebros tienen la costumbre de sentirse recompensados cuando la respuesta a nuestras acciones es incoherente, y centrarse en ello. La mayoría de los juegos tienen este elemento, pero también son muy adictivos, así que ten cuidado de no abusar de ellos.

(2) Objetivos alcanzables
Los seres humanos tienen el atributo de que si se les pone delante un objetivo alcanzable, querrán hacerlo. Por eso siempre es una buena idea dividir tus objetivos en trozos más pequeños y visualizarlos, para que sea más fácil cumplirlos y hacer el esfuerzo. En lugar de establecer objetivos elevados para la dieta y el entrenamiento desde el principio, es mejor presentarse con objetivos que puedan alcanzarse con un poco de esfuerzo.

(3) Escalada de la dificultad
Esto también es similar a la meta alcanzable, pero cuando la dificultad de la tarea que tenemos por delante aumenta gradualmente, tenemos la tendencia a absorberla. Creo que todo el mundo tiene el recuerdo de haber jugado a un juego que era fácil al principio, pero que se volvía más y más difícil a medida que lo ibas superando, lo que era interesante y te hacía seguir jugando.

(4) Visualización de la interacción social
Como somos criaturas sociales, tenemos la tendencia a no ignorar cómo nos ven los demás. Por lo tanto, aunque simplemente se visualice que estamos siendo observados por otros, tendemos a sentir curiosidad por ello.
Por ejemplo, si se visualiza el número de visitas o de "me gusta" en una red social, la gente sentirá curiosidad y acudirá a comprobarlo más tarde, o si se publican los resultados de los exámenes en el pasillo, su motivación cambiará. Si puedes visualizar que te están observando, es más difícil que tu mente se aleje de ello, así que esto también entra en juego en muchos aspectos de la vida.

(5) Una sensación de progreso
Es muy importante sentir que tus acciones progresan gradualmente para continuar con ellas. Diseñar su campaña para animar a la gente a acumular pequeños éxitos fomentará su confianza, haciendo que sea más agradable y más fácil de continuar. También se utilizan en todas partes las tarjetas de sellos para los miembros de los restaurantes, las antiguas tarjetas de sellos de gimnasia radiofónica, los festivales de pan de primavera, los cuadernos de juegos sociales, etc.

Las técnicas anteriores pueden clasificarse como gamificación en el sentido moderno, pero son sólo pequeñas técnicas y no crean un ecosistema a su alrededor. Por lo tanto, no se recomienda hacer demasiado hincapié en ella. Es mejor recordar que éstos sólo se añaden después de haber comprendido los elementos básicos de los ecosistemas.

El momento en que los ecosistemas evolucionan orgánicamente

El fenómeno de que un sistema se transforme en otro, como el agua que se convierte en hielo, se llama "transición de fase".

En general, se trabaja extrayendo los problemas cotidianos y mejorándolos, y los resultados seguirán en proporción. Sin embargo, este no es el caso de la construcción de ecosistemas. A menos que la mayoría de los elementos de un ecosistema estén en su sitio, aunque sigas haciendo pequeñas mejoras diarias, los resultados no aparecerán en proporción a esas mejoras.

Por otro lado, una vez que los mecanismos necesarios y suficientes se han puesto en marcha y el sistema empieza a funcionar bien, es como si la existencia inorgánica se hubiera transformado repentinamente en vida orgánica, y de repente se convierte en otra cosa.
Una vez establecido el ecosistema, las interacciones espontáneas entre los participantes se aceleran y el ecosistema se vuelve autónomo. Es como si un ser que nunca reaccionaba a nada de lo que hacías antes hubiera empezado a correr y a hablar por su cuenta.

Y cuanto más madura el ecosistema, más desaparece gradualmente el trabajo del diseñador, que finalmente se desprende por completo y comienza a caminar por sí mismo. Es como un niño pequeño al que le costaba llorar por la noche, pero ahora que ha crecido y se ha graduado en el instituto, se va de casa y empieza a vivir solo.

A medida que el ecosistema empieza a ser autónomo, descentralizado y orgánico, comienza a crecer exponencialmente, y cada participante atrae al siguiente.
Además, cuanto más valor intercambian los participantes, más información de credibilidad se acumula, y el coste del intercambio entre los participantes disminuye rápidamente.
Y como hay productores, hay consumidores, y como hay consumidores, hay productores, y así se produce un círculo virtuoso, que es exactamente lo contrario del problema del huevo y la gallina.
Al final, el número de personas que participan en el ciclo se convierte en el valor del ecosistema. Esto se denomina "efecto red", y los ecosistemas en los que se ha producido este efecto mostrarán una gran estabilidad e inercia.

Lo importante en el diseño de ecosistemas

Esta sección resume la estructura básica de los ecosistemas y cómo se crean. Este tipo de discurso hace que parezca un conocimiento universal que se puede aplicar a cualquier cosa, pero en realidad no lo es.

No importa el conocimiento que se tenga, si no se tiene una idea exacta de la insatisfacción y la demanda que siente la gente en el mundo, no tiene sentido, y también es importante que los tiempos y el calendario encajen bien.
Y lo más importante es la voluntad humana de hacer un mundo mejor que el actual. Esto puede parecer una mentalidad húmeda, pero hay razones estructurales para ello en el ecosistema.

Como ya se ha dicho, los ecosistemas no crecen linealmente a través de mejoras repetidas, sino que empiezan a crecer exponencialmente cuando todos los elementos se engranan. Para conseguirlo, hay que seguir mejorando siempre, aunque no haya señales de resultados. No se puede predecir cuándo llegará. Puede que nunca llegue.
Si sólo pensamos en la racionalidad económica, será una apuesta que no merece la pena, por lo que para continuar con esto, al menos las personas que intentan crear el ecosistema deben tener una fuerte voluntad de hacerlo funcionar.
Y esta voluntad no puede ser prestada por otros.

Lo que dificulta la creación de un nuevo ecosistema es que requiere al mismo tiempo la "voluntad" del diseñador que va más allá de la racionalidad económica, el "conocimiento" para darle forma y la "paciencia" para seguir repitiendo las mejoras aunque no den resultados.

Crear un mundo será el trabajo del futuro.

Los últimos 100 años han sido una época en la que se ha valorado mucho la capacidad de pensar de forma lógica. Ahora se nos exige en cada situación que pongamos en lógica los fenómenos que parecen casuales con la ayuda de la tecnología y los hagamos comprensibles.

En la gestión, las finanzas, la organización, los recursos humanos y las ventas, es necesario pensar con lógica y organizar, predecir y actuar con lógica. Las personas que han sabido utilizar la tecnología y la lógica como aliadas han ganado mucho poder allí.
Sin embargo, debido a que la tecnología y la capacidad de pensar de forma lógica se han convertido en algo habitual en todos los sectores, se ha hecho difícil demostrar el valor por sí solos.

La era moderna se llama la era de VUCA, un acrónimo de Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad y Ambigüedad. Esto es tan irreversible como la entropía en termodinámica, y cuanto más rápido evolucionen la globalización y la tecnología, más probable es que esta tendencia se intensifique.

Y cuanto más fuerte sea la tendencia VUCA, más poderosos serán los ecosistemas. Esto se debe a que, como se ha mencionado anteriormente, un ecosistema es una estructura que se encuentra en su mejor momento en un entorno complejo, inestable e incierto, y puede adaptarse con flexibilidad y mantener su identidad y homeostasis incluso cuando el entorno externo e interno cambia drásticamente.
Por utilizar una analogía, un ecosistema es como una noria que sigue moviéndose vigorosamente en medio de una corriente fangosa que es arrastrada por todo lo demás.

A medida que la globalización y la evolución de la tecnología sigan acelerándose, no bastará con organizar y mejorar las cosas de forma lógica, sino que se requerirá la capacidad de crear ecosistemas utilizando la tecnología y la lógica en cada situación.

La capacidad de pensar de forma lógica significa predecir el futuro a partir de un análisis de los acontecimientos que tenemos delante, basado en hechos objetivos, y pensar y poner en práctica acciones que tengan la mayor probabilidad de éxito. En otras palabras, es la capacidad de abstraer varios eventos y luego devolver la información al mundo real en forma de acciones concretas.
Por otro lado, crear un ecosistema es entender la estructura del mundo real y luego reproducir lo mismo como un concepto. La capacidad de construir ecosistemas, que reproduce toda la estructura del mundo real, es una habilidad que es como una extensión supercompatible de la capacidad de pensar lógicamente, que descompone el mundo real y mejora partes de él.

A medida que la tecnología se convierte en una mercancía y el pensamiento lógico se convierte en una habilidad que los humanos dan por sentada, se requerirán habilidades aún más complejas y difíciles para demostrar valor en la próxima era. En el futuro, predigo que la capacidad de crear ecosistemas se convertirá en una predisposición que se exigirá a los líderes de las organizaciones como algo natural, no sólo a las personas especiales que quieran cambiar el mundo.

El mundo como "espacio" reflejado en nuestros ojos

Hasta ahora he utilizado la palabra "mundo" para referirme al mundo como "ecosistema", pero a partir de ahora me gustaría hablar un poco de la creación del mundo como "espacio".

La difusión de Internet ha permitido visualizar fácilmente el mundo como un concepto que sólo existe en la percepción de las personas en las pantallas bidimensionales de los ordenadores y los teléfonos inteligentes. Gracias a los servicios de redes sociales y a los servicios web, podemos reconocer a simple vista que se está formando una gran variedad de ecosistemas.

En el futuro, la difusión de la 5G y la 6G permitirá velocidades de comunicación entre decenas y cientos de veces más rápidas que las actuales, y la difusión de la RV y la 3DCG permitirá a cualquiera crear un mundo virtual como espacio.
Y si podemos vivir en el espacio virtual a un nivel que sea coherente con el mundo real, podemos esperar que "crear un mundo" evolucione hasta significar literalmente crear un ecosistema y un espacio que se parezca a la realidad.

Multiplicidad de mundos paralelos

A partir de aquí, ampliemos nuestras reflexiones hacia el futuro. En el futuro, el entorno de las comunicaciones mejorará de 5G a 6G y a 7G... A medida que el entorno de las comunicaciones siga mejorando, y la potencia de cálculo de los ordenadores siga aumentando, podremos manejar gráficos de una calidad que antes era inalcanzable en tiempo real sin estrés.

El siguiente vídeo es un experimento personal en el que hice que la IA generara automáticamente un modelo 3D del terreno aplicando el aprendizaje automático a los datos de observación de la tierra obtenidos desde un satélite (reproducción de una determinada zona del centro de Tokio). No hay ni un solo objeto real en el vídeo. Todo es una existencia virtual creada por la IA y el 3DCG.

Es un poco técnico, pero el aprendizaje automático se aplica a las imágenes fijas del terreno y a los datos de elevación (DEM y DSM) obtenidos de los satélites para detectar automáticamente las estructuras del terreno, y luego se genera automáticamente un modelo 3D del terreno basado en el algoritmo. Además, utilizamos la tecnología 3DCG para reproducir automáticamente las texturas de la piedra, el vidrio, el acero, las plantas, etc., y las conectamos como un único sistema. Todavía está en fase experimental, por lo que la precisión es aún escasa, pero, en teoría, no es imposible generar automáticamente cualquier paisaje del mundo siempre que se pueda observar desde un satélite.

A partir de aquí, vamos a dejar que la IA aprenda todo tipo de información sobre el mundo real, reconstruya el mundo en el espacio virtual y distribuya modelos 3D de ese mundo de forma gratuita para que cualquiera pueda utilizarlos.

Si estas tecnologías se ponen a disposición de todo el mundo, los particulares podrán utilizarlas inmediatamente y de forma gratuita, en lugar de las decenas o cientos de creadores e ingenieros que solían reunirse y crearlas en pocos meses.

Además, a medida que los dispositivos como la RV se generalizan, es fácil imaginar un futuro en el que las personas puedan crear un mundo virtual con una calidad que dé la ilusión de realidad con la misma facilidad con la que pueden crear una cuenta en una red social, reclutar amigos y desarrollar diversas actividades a diario. Tenemos la sensación de que la visión del mundo de la película Matrix o Ready Player One está a la vuelta de la esquina.

Además, dado que la tecnología blockchain y otras tecnologías hacen posible que los activos en el espacio virtual muestren un valor de escasez, debería ser mucho más fácil convertir el mundo que creas en valor en un futuro próximo de lo que es ahora.

Para la próxima generación, que creció viendo YouTube desde que era un bebé, será muy fácil utilizar motores de juego como Unity para crear sus mundos virtuales favoritos y jugar con sus amigos, y los niños con talento podrán sorprender a los adultos creando rápidamente imágenes que se parecen a las películas de Hollywood de hoy en día. Estoy seguro.

Los adultos de hoy, incluido yo mismo, conocemos la época en la que no existía Internet y el espacio físico era el único mundo, y luchábamos por él. Por ello, los modernos estamos imbuidos de una especie de hábito de pensamiento que considera algo en dos estructuras opuestas.
Por ejemplo, tendemos a dividirnos en facciones y a discutir entre nosotros como si estuviéramos luchando por el territorio, y tendemos a atacar a los que no están de acuerdo con nosotros y a tratar de resolver las cosas en blanco y negro. Este es el estilo de los tiempos en que hemos estado luchando entre nosotros por el único mundo físico de la "tierra".

Para la generación que ahora es capaz de crear libremente mundos en el espacio virtual, que se expande infinitamente, es natural reconocer que el mundo no es uno como el espacio físico, sino una multitud de mundos superpuestos y paralelos, y que cada uno puede expandir un ecosistema diverso sin demasiadas interferencias.

A medida que la generación que pueda aceptar un mundo tan diverso se convierta en el pilar de la sociedad, el estatus social de las minorías, que tradicionalmente han sido despreciadas, seguirá mejorando, y la idea de que "no hay necesidad de confrontación y que pueden coexistir mundos diferentes" se convertirá en un sentido común de valor. Creo que esto será la norma.

Entre las hipótesis del universo en física, está el concepto de "multiverso", que es la idea de que el universo físico en el que vivimos no es uno, sino que existen múltiples universos en paralelo.

Del mismo modo, espero que el mundo tal y como lo percibimos se acerque a una imagen en la que una variedad de mundos se dividen y se extienden en todas las direcciones, y se expanden infinitamente mientras se superponen en paralelo.

Y en el futuro, puede ser habitual que se creen múltiples "mundos" en paralelo, y que los individuos utilicen múltiples "personalidades" de acuerdo con cada mundo. Incluso hoy en día, la gente está empezando a utilizar diferentes personalidades para el mundo real y para las redes sociales, y también están empezando a interpretar diferentes personajes en diferentes sitios de redes sociales como Twitter e Instagram.

La palabra "Individual" es una combinación de "In" que significa negativo e "individual" que significa divisible, es decir, "la unidad más pequeña de la existencia que no puede dividirse más".

El mundo virtual por delante, más fascinante que el mundo físico

La tecnología ha evolucionado hasta el punto de que ya no sólo puede hacer que el mundo real sea más cómodo, sino que puede crear el mundo mismo, y se ha hecho tan grande que está redefiniendo la sociedad y las personas. A partir de ahora, entraremos en una era en la que la imaginación humana se ampliará infinitamente.

He titulado este artículo "Parte 1", pero aún no he escrito la segunda parte. Esto se debe a que todavía hay muchas cosas que no entiendo sobre cómo crear un mundo como espacio, y todavía estoy en medio de los experimentos.
La forma en que la gente ve el mundo como un espacio, lo que percibe como realidad y lo que percibe como falso, es un tema tan profundo e interesante como el diseño de un ecosistema, y constantemente hago descubrimientos y realizaciones.
Si no hubiera pensado en crear un mundo, no me habría importado en absoluto cómo veía este mundo. En el sentido de que lo que quería saber estaba realmente en mi propia percepción, era realmente una noche oscura bajo la farola.

Si alguna vez escribo la segunda parte, lo haré después de entender cómo hacer tanto "el mundo como ecosistema" como "el mundo como espacio".

Me pregunto qué tipo de futuro nos espera cuando cualquiera pueda crear un mundo virtual más atractivo que el mundo físico en el que vivimos fusionando ecosistemas y espacios. Me gustaría escribir sobre ello en la segunda parte de este artículo. Y me gustaría disfrutar del proceso para llegar allí tanto como pueda.

Al final de.

Me avergüenza decir esto, pero solía pensar que si tenía una voluntad fuerte, podía cambiar el mundo y hacer que cualquier cosa sucediera. Por supuesto, eso no era cierto. Porque hay cosas que escapan al control de la voluntad de un individuo. Estaba tan desesperado por eso que pasé un largo y letárgico tiempo solo. Esto se debe a que el ideal de cómo queremos que sea el mundo y la realidad de cómo funciona el mundo son dos cosas completamente diferentes y no tienen nada que ver entre sí.

Lo que me pareció el mayor poder más allá del alcance de la voluntad individual fue el poder del ecosistema en la sociedad. La sociedad sigue girando independientemente de los ideales del individuo. Existe una poderosa inercia en la sociedad, tan poderosa que puede ahogar la más mínima intención individual. Es una fuerza que dice: "Así es como funciona el mundo, y siempre ha funcionado sin problemas, así que debería seguir funcionando así".

Pensé que si podía aprender sobre el poder de los ecosistemas que trascienden la voluntad individual, y si todo el mundo podía utilizarlo, podría ver una visión diferente.

Cuando se oyen las palabras "diseñar un ecosistema", se puede pensar en una tarea sencilla, como si se resolviera una ecuación matemática de forma lógica, pero en realidad se trata de una serie de días que ponen a prueba su voluntad como ser humano.

El acto de intentar crear un ecosistema es un acto muy humano, en el que aguantamos los días iniciales sin poder ver ningún resultado, soportamos las dudas, las burlas y las incomprensiones de la gente que nos rodea, nos alegramos y nos entristecemos con las reacciones de los participantes, y nos abrimos paso a tientas en la oscuridad, creyendo que un día tomará forma. Para continuar esta labor, se requiere una voluntad que trascienda los beneficios y las pérdidas.
Por ello, creo que es difícil crear un mundo nuevo para personas dominadas por la racionalidad económica, obsesionadas por la resignación y que han perdido sus ideales.

Esta repetición de las actividades humanas me resultó inesperada, ya que esperaba una especie de ley absoluta mecánica e inorgánica.

Sin embargo, al final, me di cuenta de que la voluntad humana de crear un mundo mejor que el actual está haciendo avanzar este mundo, y fue extrañamente divertido como si volviera al mismo lugar después de dar la vuelta al círculo de la voluntad a la lógica a la voluntad, pero al mismo tiempo, me llené de alegría por alguna razón.

Había renunciado a pensar que la pequeña voluntad de un individuo no podía hacer nada por este enorme mundo, pero sentí que me habían enseñado que no era así.

Al final, como recordatorio para mí mismo, hay una frase que personalmente me gusta entre las palabras que dejó un científico que literalmente cambió el mundo.

La imaginación es más importante que el conocimiento. El conocimiento es limitado. La imaginación rodea el mundo.

Cuanto más conocimiento y experiencia tenemos y más sabios nos hacemos, más creemos que lo sabemos todo y más tendemos a dejar de imaginar. Sin embargo, en el mundo actual, las cosas cambian tan rápido que los conocimientos del pasado pronto caducarán.

Aunque pueda parecer irracional y tonto, creo que podemos acercarnos a la verdad de este mundo si no dependemos de lo que hemos acumulado hasta ahora, sino que siempre desafiamos lo desconocido, luchamos cada día, fracasamos, nos hacemos daño, sufrimos vergüenza, desesperamos y entramos en contacto con la cruda realidad. Es mucho más difícil seguir siendo estúpido que sabio. Creo firmemente que quiero seguir siendo tonto.

Esto es un registro de mis experimentos y reflexiones personales, pero espero que algún día, en algún lugar, llame la atención de alguien que quiera cambiar el mundo o crear un mundo nuevo, y que sea útil de alguna manera.

・English: How to Create a World (Part 1)
・Deutsch: Wie man eine Welt erstellt (Teil 1)
・Français: Comment créer un monde (1ère partie)
・Português: Como criar um mundo (Parte 1)
・简体中文：如何创造世界 (第一部分)
・한국어: 세계를 만드는 방법 (전편)
・日本語：世界の創り方（前編）