La Teoría de la Mente ha sido definida como la habilidad para entender los estados mentales de nosotros mismos y otros y saber que los otros se comportan o actúan basados en sus deseos, emociones y creencias, los cuales pueden diferir de los propios. Los humanos y algunos animales son capaces de engañar porque la Teoría de la Mente les permite manipular las creencias de otros.
Tomemos como ejemplo el despliegue de ala rota de los chorlitos, un grupo de aves vadeadoras que pueden encontrarse alrededor del mundo. Cuando un zorro u otro depredador se acerca a un nido de chorlitos, uno de los padres conduce al zorro lejos del nido fingiendo una herida con un despliegue de ala rota. El zorro seguirá al padre porque un ave herida es fácil de capturar. Luego, en el último momento, el ave padre vuela de regreso a la seguridad del nido. El zorro ha sido engañado. La esencia del engaño es hacer creer a otros algo que no es verdad, o, en otras palabras, manipular su estado cognitivo. El ave padre infirió que el zorro creería que el chorlito estaba realmente herido. El chorlito usó la creencia falsa del zorro para cambiar su comportamiento.
Presenté este ejemplo para demostrar como la Teoría de la Mente puede usarse para engañar a otros. Sin embargo, más que una a una intención de engañar, podemos atribuir el comportamiento del ave a un repertorio comportamental innato, o al resultado de un aprendizaje. Es aún controversial si este comportamiento puede interpretarse como un reflejo de la Teoría de la Mente o no. Hay muchas discusiones profundas sobre si los animales no humanos tienen una Teoría de la Mente, y si la tienen, ¿cómo y hasta qué punto su Teoría de la Mente se comparte con la de los humanos?

El desarrollo de la Teoría de la Mente en humanos.

¿Tienen los niños una Teoría de la Mente? Un ejemplo de mi propia familia me hizo pensar en esto. Cada año, mi hermana sorprende a cada miembro de la familia con un pastel en su cumpleaños. Un año, en el cumpleaños de mi hermana cuando estaban todos juntos, ella le mencionó a su hijo que era su cumpleaños. Mi sobrino, quien en ese entonces tenía tres años, inmediatamente le pidió a su papá que lo recogiera en el jardín de niños. Ahora, ¿Por qué haría eso? Veamos sus motivaciones paso a paso.

• Él quería comprarle un pastel a su mamá sin que ella supiera.
• Pero él sabía que no podía comprar un pastel sin un adulto que lo acompañe.
• Él quería ocultar el hecho de que iba a comprar un pastel para su mamá, así que sabía que su papá tenía que ser quien lo acompañe.
• Él no quería dejar saber a su mamá sobre su plan, así que simplemente le pidió a su papá que lo recoja ya que su mamá estaba también en la sala.

Para que un niño de tres años haga tales inferencias por sí mismo, debe tener una representación altamente desarrollada de lo que otras personas piensan.

Hallazgos desde la Psicología de Desarrollo.

El desarrollo de la Teoría de la Mente, específicamente cómo y cuándo su desarrollo comienza, es de gran interés para muchos psicólogos. En la clásica tarea de Sally-Ann, una persona cambia la ubicación de un objeto mientras otra persona está fuera de la sala. Cuando la persona regresa a la sala, ¿Dónde buscará el objeto? ¿En la ubicación original o en la nueva ubicación? Claramente, la respuesta es en la ubicación original, porque la persona no tiene razón para creer que la localización del objeto ha cambiado. Alrededor de los cuatro años, los niños comienzan a saber la respuesta correcta (Baron-Cohen et al., 1985). Sin embargo, bebés de alrededor de año y medio de edad demuestran que conocen la respuesta correcta en la versión no verbal de la tarea de Sally-Ann. Ellos miran durante más tiempo cuando el participante busca el objeto en la nueva ubicación (Onishi & Baillargeon, 2005). Los niños comienzan a entender lo que otros creen sobre otros (lo que la persona A cree sobre la persona B). Se dice que esta creencia de segundo orden en la que “la persona A cree que la persona B piensa en algo”, emerge alrededor de los seis a siete años (Miller, 2009).

Mi sobrino ocultó su deseo de sorprender a su mamá, así que se considera que tiene una creencia de primer orden más temprana que la edad establecida mediante experimentación (generalmente cuatro años). Estoy realmente asombrada con lo que los psicólogos han aprendido sobre la mente humana hasta este punto, pero me doy cuenta de que hay muchos misterios de la mente que están aún por descubrirse. Al mirar la vida a través de diferentes perspectivas, podemos aprender algo nuevo sobre las personas a nuestro alrededor. Pensar en lo que pasa a nuestro alrededor a la luz de la psicología puede cambiar la manera en la que vemos las cosas.

Deseo agradecer a Jorge Delgado la traducción de este manuscrito.

Baron-Cohen, S., Leslie, A. M., & Frith, U. (1985). Does the autistic child have a “theory of mind”?. Cognition, 21, 37-46.

Onishi, K. H., & Baillargeon, R. (2005). Do 15-month-old infants understand false beliefs?. science, 308, 255-258.

Miller, S. A. (2013). Children's understanding of second‐order false belief: Comparisons of content and method of assessment. Infant and Child Development, 22, 649-658.