2024年 2月 28日
オバマのCIA、トランプ陣営をスパイするよう外国情報機関に依頼
ロバート・チャーニン
リアル・クリア・ワイヤー

オバマ政権下の米国情報機関が、2016年の選挙前にドナルド・トランプの関係者を監視するために「ファイブ・アイズ」情報同盟の協力を求めたという暴露は、ディープ・ステートが自らの利益を守り、敵対勢力に挑むためにどこまでやるかを冷ややかに思い起こさせるものだ。 (ファイブ・アイズとは、米国、英国、カナダ、オーストラリア、ニュージーランドのことである。） 独立系ジャーナリストのチームによって報告されたこの爆弾発言は、外国の諜報機関が大統領候補に対して動員されたとされる、米国の政治史における暗黒の章を暴露している。

FBIの「クロスファイアー・ハリケーン」捜査が正式に開始される以前の、トランプとその関係者に対する疑惑の工作は、インテリジェンスの政治的武器化の顕著な例である。 外国の同盟国が国家安全保障を口実にアメリカ市民を監視することに関与することは、民主主義のプロセスの完全性とわが国の諜報活動の自律性に重大な疑問を投げかけるものである。

トランプ陣営への捜査は、自慢げなトランプ側近に関するオーストラリアの情報提供から始まったという、長年にわたって押し進められ続けてきたシナリオは、今やトランプを弱体化させるためのより広範で協調的な努力の隠れ蓑となっているようだ。 もし報道が正確であれば、英国の諜報機関は米国の諜報機関に代わって、公式発表が主張するずっと前の2015年の時点でトランプを標的にし始めたことになる。

このことの意味するところは深い。 これは、米国の大統領選挙の結果に影響を与えるために、米国の諜報機関と外国の諜報機関が前例のないレベルで結託していたことを示唆している。 米国の法律や監視の制限を回避するために外国の情報を利用することは、わが国の主権と民主主義の原則に対する重大な脅威である。

この作戦が、ジョン・ブレナンCIA長官を含むオバマ政権内の高官の命令で開始されたと伝えられている事実は、事態の深刻さに拍車をかけている。 ブレナンがファイブ・アイズ同盟による監視のためにトランプ大統領の関係者を特定したとされること、そして彼らに「接触」するよう指示したことは、トランプ陣営を疑惑と陰謀の網に絡め取ろうとする意図的な戦略を示している。

さらに、ロシアとの共謀というシナリオの作成に外国の諜報機関が関与していたと報じられたことは、その後の捜査を委縮させるだけでなく、米政府内の特定の要素が、国内の政治的利益のために国際的な連携を利用しようとする意志があることを浮き彫りにしている。 この暴露は、このような権力の乱用が明るみに出され、二度と繰り返されないよう厳しく罰せられることを確実にするため、徹底的で透明性のある調査を要求している。

詳細が明らかになるにつれ、米国民はこの作戦を指揮し実行した者たちに説明責任を求めることが不可欠である。 選挙プロセスの神聖さと情報機関の信頼が危機に瀕している。 諜報活動の政治化を野放しにしてはならないし、民主主義のプロセスに外国勢力が関与することも容認できない。


ロバート・チャーニン 米国教育知識センター会長。 彼は長年の企業家、ビジネス・リーダー、資金調達者、政治家としての側近であり、州知事、下院議員、上院議員、大統領レベルの連邦および州全体のキャンペーンでコンサルティングを行ってきた。

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スペイン語訳：
28 febrero, 2024
La CIA de Obama pidió a agencias de inteligencia extranjeras que espiaran la campaña de Trump
Por Robert Chernin
Real Clear Wire

La revelación de que la comunidad de inteligencia de Estados Unidos, bajo la administración Obama, buscó la ayuda de la alianza de inteligencia de los "Cinco Ojos" para vigilar a los asociados de Donald Trump antes de las elecciones de 2016 es un escalofriante recordatorio de hasta dónde llegará el Estado Profundo para proteger sus intereses y desafiar a sus adversarios. (Los países de los Cinco Ojos son Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda). Este bombazo, reportado por un equipo de periodistas independientes, expone un oscuro capítulo de la historia política estadounidense, en el que los servicios de inteligencia extranjeros habrían sido movilizados contra un candidato presidencial.

La supuesta operación contra Trump y sus asociados, que es anterior al inicio oficial de la investigación Crossfire Hurricane del FBI, es un claro ejemplo de la militarización política de la inteligencia. La participación de aliados extranjeros en la vigilancia de ciudadanos estadounidenses bajo el pretexto de la seguridad nacional plantea serias dudas sobre la integridad de nuestros procesos democráticos y la autonomía de las operaciones de inteligencia de nuestra nación.

La narrativa que se ha impulsado durante años, que la investigación sobre la campaña de Trump comenzó con una pista australiana sobre un jactancioso ayudante de Trump, ahora parece ser una cubierta para un esfuerzo más extenso y coordinado para socavar a Trump. Si los informes son precisos, la inteligencia británica comenzó a apuntar a Trump en nombre de las agencias de inteligencia estadounidenses ya en 2015, mucho antes de lo que afirma la narrativa oficial.

Las implicaciones son profundas. Sugiere un nivel sin precedentes de connivencia entre las agencias de inteligencia estadounidenses y sus homólogas extranjeras para influir en el resultado de unas elecciones presidenciales estadounidenses. El uso de inteligencia extranjera para eludir las leyes estadounidenses y las limitaciones de vigilancia representa una grave amenaza para la soberanía de nuestra nación y los principios de la democracia.

El hecho de que esta operación se iniciara supuestamente a instancias de funcionarios de alto rango dentro de la administración Obama, incluido el director de la CIA John Brennan, solo aumenta la gravedad de la situación. La supuesta identificación por parte de Brennan de asociados de Trump para su vigilancia por parte de la alianza de los Cinco Ojos, y la directiva de "chocar" o ponerse en contacto con ellos, ilustra una estrategia deliberada para enredar la campaña de Trump en una red de sospechas e intrigas.

Además, la supuesta implicación de los servicios de inteligencia extranjeros en la elaboración del relato de la colusión con Rusia no sólo deslegitima la investigación posterior, sino que también pone de manifiesto la voluntad de ciertos elementos del Gobierno estadounidense de explotar las alianzas internacionales para obtener beneficios políticos internos. Esta revelación exige un examen minucioso y transparente para garantizar que tales abusos de poder salgan a la luz y sean severamente castigados para disuadir de que se repitan.

A medida que surgen más detalles, es imperativo que el público estadounidense exija responsabilidades a quienes orquestaron y ejecutaron esta operación. La inviolabilidad de nuestro proceso electoral y la confianza en nuestras agencias de inteligencia están en juego. No debemos permitir que la politización de la inteligencia quede sin control, ni podemos tolerar la participación de potencias extranjeras en nuestros procesos democráticos.

Robert Chernin es presidente del Centro Americano para la Educación y el Conocimiento. Es un antiguo empresario, líder de negocios, recaudador de fondos y confidente político, y ha sido consultor en campañas federales y estatales a nivel gubernamental, congresional, senatorial y presidencial.

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原文：
28 February 2024
Obama’s CIA asked foreign intel agencies to spy on Trump campaign
By Robert Chernin
Real Clear Wire

The revelation that the U.S. intelligence community, under the Obama administration, sought the assistance of the “Five Eyes” intelligence alliance to surveil Donald Trump’s associates before the 2016 election is a chilling reminder of the lengths to which the Deep State will go to protect its interests and challenge its adversaries. (The Five Eyes countries are the United States, the United Kingdom, Canada, Australia, and New Zealand.) This bombshell, reported by a team of independent journalists, exposes a dark chapter in American political history, where foreign intelligence services were reportedly mobilized against a presidential candidate.

The alleged operation against Trump and his associates, which predates the official start of the FBI’s Crossfire Hurricane investigation, is a stark example of political weaponization of intelligence. The involvement of foreign allies in surveilling American citizens under the pretext of national security raises serious questions about the integrity of our democratic processes and the autonomy of our nation’s intelligence operations.

The narrative that has been pushed for years, that the investigation into Trump’s campaign began with an Australian tip about a boastful Trump aide, now appears to be a cover for a more extensive and coordinated effort to undermine Trump. If reports are accurate, British intelligence began targeting Trump on behalf of American intelligence agencies as early as 2015, long before the official narrative claims.

The implications of this are profound. It suggests an unprecedented level of collusion between U.S. intelligence agencies and their foreign counterparts to influence the outcome of an American presidential election. The use of foreign intelligence to circumvent American laws and surveillance limitations represents a grave threat to our nation’s sovereignty and the principles of democracy.

The fact that this operation was reportedly initiated at the behest of high-ranking officials within the Obama administration, including CIA Director John Brennan, only adds to the severity of the situation. Brennan’s alleged identification of Trump associates for surveillance by the Five Eyes alliance, and the directive to “bump” or make contact with them, illustrates a deliberate strategy to entangle the Trump campaign in a web of suspicion and intrigue.

Moreover, the reported involvement of foreign intelligence in crafting the Russia collusion narrative not only delegitimizes the subsequent investigation but also highlights the willingness of certain elements within the U.S. government to exploit international partnerships for domestic political gain. This revelation demands a thorough and transparent examination to ensure that such abuses of power are brought to light and severely punished to discourage them from being repeated.

As more details emerge, it is imperative that the American public demand accountability from those who orchestrated and executed this operation. The sanctity of our electoral process and the trust in our intelligence agencies are at stake. We must not allow the politicization of intelligence to go unchecked, nor can we tolerate the involvement of foreign powers in our democratic processes.

Robert Chernin is chairman of the American Center for Education and Knowledge. He is a longtime entrepreneur, business leader, fundraiser, and political confidant, and has consulted on federal and statewide campaigns at the gubernatorial, congressional, senatorial, and presidential levels.

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